35 Alimentos que jamás debes darle de comer a tu perro

perro corgi mordiendo una calabaza grande

Sé que a veces nos gustar consentir a nuestros peludos dándoles un bocado de nuestra comida, porque se ponen felices cuando se los damos.

Pero ¿no te has puesto a pensar que tal vez ese bocado que le das frecuentemente quizá pueda ser perjudicial para su salud y hasta un día le ocasione la muerte?

Algunas personas saben de algunos alimentos que no deben darle a su perro como el chocolate, por ejemplo. Pero aquí te mostraré 35 alimentos que son tóxicos para tu peludo y que quieres evitar a toda costa.

Alimentos naturales

Frutas

1.  Aguacate

El aguacate contiene un componente llamado persina, la cual está presente en pocas cantidades en la parte comestible de este fruto. Sin embargo, lo que es el hueso o semilla, corteza, tallos y hojas la contienen en una alta concentración. El aguacate no maduro contiene altos niveles de persina en comparación de la fruta madura.

Dicha sustancia es tóxica para los perros, si la llegan a consumir puede causarles diarrea, vómito y hacerle daño al corazón. Además, todas estas partes pueden causar bloqueos gastrointestinales y asfixia, sobre todo la semilla.

Así que un bocado pequeño no le hará daño, pero es mejor evitar su ingesta y más si es en cantidades elevadas. Ten cuidado si tienes una planta de aguacate en tu casa, recuerda mantenerla aislada de tu peludo.

2.  Uvas y pasas

Si bien no se sabe con exactitud qué sustancia tóxica contienen las uvas y las pasas, sí se tiene conocimiento de lo perjudicial que puede ser para nuestros peludos.

Los problemas que ocurren ya sea con un consumo mínimo o elevado son malestar estomacal causando vómito, letargo y depresión como síntomas tempranos que se presentan 12 horas después de la ingesta.

Cuando no se tratan los síntomas, el canino primero comenzará a tener aumento y luego disminución de la micción (orinar), deshidratación y disminución del apetito. En una situación más grave puede causarle daños hepáticos e insuficiencia renal al perro.

3.  Cítricos

Entre los frutos cítricos tenemos el limón, la lima, la naranja, la toronja, entre otros. Los frutos, la semilla, la cáscara, las hojas y los tallos de los cítricos tienen cantidades diferentes de ácido cítrico y aceites esenciales. Estos, sin importar el porcentaje de concentración, pueden causar irritación, malestar estomacal y vómito, esto con cantidades de consumo mínimas.

Si ingieren una cantidad más elevada de cítricos, puede causarle una depresión al sistema nervioso central. Esto quiere decir que el perro va a presentar signos como tristeza, dificultad para concentrarse y pérdida de la energía.

Además, otro componente que contienen los cítricos en grandes cantidades es el azúcar. Esta también si se le da en cantidades significativas al perro puede provocarle problemas de obesidad y diabetes.

4.  Huesos y semillas de frutas

Lo primero que pueden ocasionar estas semillas y huesos al canino es la obstrucción de tracto digestivo, seguidos de su intestino y causar malestar específicamente en el intestino delgado.

Además, contienen cianuro que es una sustancia que resulta ser venenosa y tóxica. Algunas frutas con esta composición en su semilla o hueso son la ciruela, el melocotón, el caqui, la sandía, la manzana y el albaricoque.

La fruta puede ser segura de comer si tu canino no tiene alguna restricción con esta y si solo se le da a ingerir la propia pulpa (sin semilla o hueso).

5.  Coco

El coco es inofensivo si se le da de vez en cuando en cantidades mínimas, ya que le puede aportar ácido láurico que funciona para combatir virus y bacterias.

Sin embargo, no todo puede ser bueno con el coco. La leche fresca que contiene aceites y la pulpa pueden provocarle al canino diarrea, malestar estomacal e hinchazón gastrointestinal debido a que contiene triglicéridos de cadena media. Esto quiere decir, que se “difunden pasivamente en el tracto intestinal”. Mientras que el caparazón si es ingerido, puede producirle obstrucción en la garganta y causarle asfixia. Por otro lado, el agua de coco se compone por un alto contenido de potasio, que puede ser peligrosa para la salud del perro si toma una cantidad elevada, un poco no debería ser problema.

Frutos secos

6.  Nuez de macadamia

Este tipo de nuez es una de las más venenosas para los caninos. Este es otro de los alimentos que se desconoce cuál es la toxina o la reacción biológica interna que causa problemas de salud a los perros.

Incluso si el animal ingiere en cantidades mínimas puede ocasionarle vómito, letargo, debilidad (mayormente en las patas traseras), temblores leves, taquicardia y depresión como síntomas primarios “leves”.

Por otra parte, si no se tratan los síntomas y la situación se agrava, el canino puede presentar incapacidad para caminar, hipertermia (aumento de la temperatura corporal), temblores constantes, ataxia (deterioro en la coordinación y equilibrio), y en la situación más grave de todas, dañar el sistema nervioso.

7.  Almendras

Las almendras no son tan tóxicas, pero sí son difíciles de digerir en el caso de los caninos. Entre los síntomas más comunes que causa su ingesta están la diarrea, el vómito, la producción de gases, el malestar general, el letargo y la pérdida del apetito.

Además, debido a su alto contenido de grasas y aceites, los caninos, especialmente los cachorros, pueden desarrollar pancreatitis.

Por otro lado, como ya mencioné que son difíciles de digerir, la tráquea, los intestinos o el esófago de tu perro pueden bloquearse y causar asfixia o un fuerte malestar gastrointestinal, esto siendo más peligroso en razas pequeñas.

Pero no solo hay almendras solas, algunas son acompañadas con aromatizantes, los cuales pueden irritar el estómago del canino; y otras como las almendras saladas le ocasionarán una intoxicación y retención de líquidos si se consumen en cantidades elevadas.

8.  Nuez negra

La nuez negra proviene del nogal negro, unos de los árboles más venenosos. Esta nuez ocasiona intoxicación ya sea con la ingesta de la propia nuez, la cáscara o la cáscara con moho, el cual crece después de un período lluvioso.

También son tóxicas cuando se encuentran en estado de descomposición, que aparte de ser de color negro, son marrones. Las nueces que caen al suelo contienen micotoxina Penitrem A, que es una toxina producida por moho penicillium.

Los síntomas leves que produce este alimento son el exceso de salivación, jadeo, vómitos, falta de coordinación, fiebre, temblor muscular, inquietud e hiperreactividad a los estímulos.

Por otro lado, es una situación donde no se traten los síntomas y se agrave el estado del animal, le puede dar convulsiones, producir un daño hepático con signos de dolor abdominal, fatiga e ictericia (coloración amarillenta en las mucosas y la piel) y finalmente, causarle la muerte.

Vegetales, verduras, tubérculos u hongos

9.  Ajo

Los caninos no pueden procesar alimentos de la misma manera que los humanos y esto pasa con el ajo. El tiosulfato es la sustancia tóxica que contiene este alimento. Si bien en dosis muy mínimas no le puede hacer daño al perro, es mejor evitarlo.

Pues, si come mucho en un solo bocado o poco, pero de manera frecuente, sí que puede traer consecuencias a su salud.

El ajo puede hacer que el canino desarrolle anemia hemolítica, debido a que la toxina causa daño oxidativo a los glóbulos rojos. Otros síntomas asociados a esta anemia son el letargo, las membranas mucosas pálidas, debilidad, orina de color oscuro, ictericia y respiración rápida.

Por otra parte, el ajo le produce al animal deshidratación, pérdida del apetito, malestar gastrointestinal asociado a dolor abdominal, diarrea y vómito, y depresión.

10.  Ruibarbo

El ruibarbo es un vegetal proveniente de Asia que es similar a la acelga y el apio. Sus tallos son de color rosa fucsia y sus hojas son grandes y verdes con forma un poco triangular.

Tanto hojas como tallos contienen cristales de oxalato de calcio que son solubles y tóxicos para los caninos. Este oxalato se encuentra más concentrado en las hojas y si se ingieren pueden provocar múltiples síntomas.

Entre los síntomas leves están la diarrea, el vómito, temblores, pérdida del apetito, frotarse la cara o el hocico, hinchazón de la lengua o labios, problemas de vocalización con ladridos roncos y babeo excesivo.

La intoxicación más avanzada puede generarle arritmia cardiaca, dificultad para respirar, sangre en la orina, dificultad para tragar, irritación o entumecimiento de los tejidos blandos que son expuestos al oxalato, obstrucción de la vía aérea y en una situación grave, hay riesgo de insuficiencia renal y de caer en coma.

Por otra parte, cuando se ingiere el ruibarbo la irritación producida después de pasar por la garganta, pasa al tracto intestinal ocasionado hinchazón y un dolor intenso en esta zona. Además, los síntomas después de la ingesta irán apareciendo uno tras otro de manera inmediata.

11.  Espinaca

En cantidades mínimas la espinaca no es perjudicial, pero la ingesta a largo plazo sí puede causar distintos problemas de salud al perro.

Esta verdura contiene niveles elevados de ácido oxálico, un químico natural que impide que el cuerpo haga el proceso de absorción del calcio y provoque un daño renal, al punto que evolucione en una insuficiencia renal.

El consumo frecuente puede causarle al canino estrés renal, ritmos cardiacos anormales, debilidad muscular y algunas veces parálisis respiratoria. El ácido oxálico al ser soluble se une al calcio y al magnesio de la sangre haciendo que se limite su disponibilidad en el cuerpo.

Este problema ocasiona niveles bajos de calcio en la sangre conduciendo a un repentino desequilibrio metabólico.

12.  Puerros

Los puerros son altamente tóxicos por los compuestos de organosulfato que contiene, los cuales son “compuestos orgánicos que comparten un grupo funcional en común” o una molécula que reacciona según sus características propias.

Estos pueden causar anemia hemolítica, también llamada hemólisis oxidativa. La hemólisis producida es muy peligrosa porque destruye a un nivel avanzado los glóbulos rojos, mientras que la médula ósea apenas puede producir nuevos en un nivel moderado que no alcanza a cubrir su pérdida.

Tener una cantidad muy baja de glóbulos rojos conlleva a otros problemas entre los cuales la reducción de oxígeno es el principal, seguido de tener dificultad respiratoria y causar daño en los órganos. El nivel de gravedad de la intoxicación dependerá de la cantidad ingerida por el canino y de su tamaño.

Se presentan síntomas comunes como el vómito, la diarrea, deshidratación, debilidad, la pérdida del apetito, depresión, mal aliento, cansancio, coloración amarillenta en los ojos y la piel y orina oscura; todos estos como signos “leves”.

Por otro lado, también pueden aparecer síntomas graves como las encías azules o blancas, babeo excesivo, debilidad extrema, frecuencia cardíaca y respiratoria rápida, convulsiones, pérdida de la función muscular, dolor estomacal, calambres, inflamación del bazo y el hígado.

13.  Cebolla

La cebolla es uno de los alimentos más comunes que son tóxicos para los caninos, en todas sus variantes. La sustancia tóxica que contienen las cebollas es el disulfuro de N-propilo, el cual degrada a los glóbulos rojos ocasionando anemia.

Así como el ajo, esta también causa daño oxidativo a los glóbulos rojos, ya que se adhiere a las moléculas de oxígeno pertenecientes a los glóbulos y hacen que estos transporten menos oxígeno.

Esta toxina engaña al organismo para que crea que los mismos glóbulos rojos son una amenaza y así cause una hemólisis, esto quiere decir que se empiezan a destruir dichos glóbulos ocasionando más específicamente anemia hemolítica.

Cualquier parte de la cebolla es tóxica, ingerida cruda o cocinada de cualquier manera y combinada con otros alimentos. Esto incluso si está procesada en otras presentaciones como en polvo, sigue siendo peligrosa tanto en cantidades elevadas como mínimas.

Además de la anemia, otros síntomas que puede causar son el letargo, desmayo, vómito, frecuencia cardíaca elevada, orina rojiza asociada a la anemia, disminución del apetito, jadeos, debilidad y encías pálidas.

14.  Remolacha

También llamada betabel, la remolacha no está catalogada como un alimento tóxico siempre y cuando haya una ingesta mínima en la dieta del canino porque le proporciona vitaminas y minerales beneficiosos para su salud.

Sin embargo, si tu perro come mucha remolacha, le producirá problemas a su salud. Estas deben consumirse una vez estén bien cocinadas y picadas, porque crudas aumentan el riesgo de que obstruyan el intestino delgado.

La remolacha también contiene niveles elevados de oxalatos, que como recordarás, estos sí son tóxicos en grandes cantidades y provocan cálculos renales y vesicales (en la vejiga). Así mismo, su ácido natural puede producirle malestar estomacal al perro.

Si el animal la consume en forma de jugo, en esa presentación esta contiene un alto grado de azúcar, por lo que puede ocasionar problemas de sobrepeso y un aumento riesgoso del azúcar en los perros con diabetes.

15.  Tomate verde o inmaduro

El tomate es un alimento que es seguro cuando está totalmente maduro o con su característico color rojo. Sin embargo, hay una sustancia que contienen estos cuando están en una etapa inmadura, es la solanina.

La solanina es tóxica y se encuentra en las hojas y el tallo de tomate. Además, esta toxina tiene una alta concentración tanto en la pulpa como las demás partes cuando está verde. Este problema también es llamado intoxicación por tomatina.

Ya sea con una ingesta mínima o muy elevada, los síntomas que se pueden presentar son la pérdida del apetito, malestar gastrointestinal asociado a la diarrea, vómito, debilidad muscular, salivación excesiva, temblores, pupilas dilatadas y somnolencia.

Si no se tratan pronto, pueden aparecer signos más peligrosos como confusión, cambio de comportamiento, frecuencia cardíaca anormal, convulsiones, pérdida de la coordinación y depresión en el sistema nervioso central.

16.  Papa verde o inmadura

Este tubérculo puede ser tóxico para los perros dado que no solo contiene la solanina, sino también la chaconina, ambos como sustancias peligrosas para el organismo de perros.

Tanto en cantidades pequeñas como elevadas, ya sea cruda o cocinada, se pueden presentar distintos problemas de salud. La solanina está presente no solo en la papa, también está en su cáscara y en el follaje de la planta (ramas y tallos), mientras que la chaconina está contenida en la cáscara y en la propia pulpa.

La solanina es un inhibidor de la colinesterasa, la cual previene la descomposición de la acetilcolina. Al suspender la función de este neurotransmisor (la acetilcolina), el sistema nervioso disminuye su función y la de los órganos debido a la acumulación de solanina y haciendo que esta también se acumule en los tejidos especialmente en el hígado provocando malestares.

Por otro lado, la chaconina puede ocasionar irritación en el tracto digestivo, temblores asociados a fallas en el sistema nervioso y trastornos en la función renal.

Si el perro tuvo una ingesta mínima de papas verdes o alguna de sus partes va a presentar síntomas leves como pupilas dilatadas, mareo, dolor abdominal, diarrea, náuseas, ardor en la garganta, dolor de cabeza, sensación de ardor y entumecimiento e hinchazón en la boca, labios y lengua, debilidad, vómito y exceso de babeo.

Por el contrario, si el canino consumió una cantidad grande aparecerán signos más graves como respiración dificultosa, fiebre, sangrado, arritmia cardíaca, ictericia, parálisis progresiva, cambios de visión, respiración y pulso lento, pérdida de la sensibilidad, hipotermia, convulsiones, hasta llegar a un estado de delirio y finalmente la muerte si no se tratan los síntomas de manera rápida.

17.  Hongos

Los hongos como los champiñones que venden en el supermercado u otro lugar son de consumo seguro para los perros siempre y cuando sean ingeridos sin ningún acompañante y no se combinen con alguna salsa dulce o salada.

Pero, los que sí son tóxicos para el perro son los hongos silvestres, esos que crecen en bosques, senderos y hasta en tu jardín.  Los síntomas se van a presentar dependiendo del tipo de hongo y las toxinas que tenga, las cuales se pueden representar en 4 grupos según el órgano o sistema que afecten.

Hongos hepatóxicos

Los hongos hepatóxicos perjudican principalmente al hígado mostrando signos de un trastorno gastrointestinal, letargo, ictericia, debilidad, puede llegar a una insuficiencia hepática, que en algunos casos puede poner al perro en estado de coma y finalmente, ocasionar la muerte.

Cuando se trata de este tipo de toxinas, la aparición de síntomas se da entre la primeras 6 a 24 horas después de la ingesta comenzando por el área gastrointestinal. Además, los hongos característicos de producir esta afección son los Amanita.

Hongos con toxinas gastrointestinales

Las toxinas de otros hongos como el Muscarínico se encargan de causar malestar estomacal, produciendo diarrea, vómito, deshidratación, debilidad y algunas veces bradicardia (frecuencia cardíaca lenta) y problemas para respirar. Entre 15 minutos a 6 horas es el tiempo estimado para que aparezcan signos de intoxicación después de la ingesta.

Hongos neurotóxicos

Por otro lado, hay hongos con toxinas que afectan a la parte neurológica como la hidracina, el psilocibina (conocido como hongo mágico o alucinógeno) y el isoxazol. Los síntomas presentados con estos hongos son temblores, alucinaciones, falta de coordinación, debilidad, desorientación y convulsiones, los cuales empiezan entre 30 minutos a 6 horas después.

Hongos nefrotóxicos

Los riñones también son afectados por los hongos nefrotóxicos como el Cortinarius spp, no son muy comunes así que las intoxicaciones por estos hongos son esporádicas.

Aparte de afectar la función renal, se presentan signos como deshidratación, vómito y náuseas en un tiempo de aproximadamente 12 horas hasta una semana, algunas veces pueden tomar más tiempo en aparecer.

18.  Cebollín

También llamado cebolleta, hace parte de la especie Allium (cebolla, puerro, ajo, etc) y al igual que su familia, esta planta resulta ser tóxica para los caninos. Este alimento tiene como componente los organosulfóxidos, los cuales al descomponerse se convierten en oxidantes que afectan la sangre provocando anemia.

Ya sea con un consumo pequeño o en grandes cantidades, el animal se va a intoxicar y puede presentar signos como vómito, letargo, diarrea, irritación en la boca, náuseas, debilidad, babeo excesivo, dolor en el abdomen, latidos rápidos, encías blancas, respiración rápida y colapso.

Proteínas

19.  Carnes ricas en grasa

Carnes como el tocino, jamón, entre otras; son ricas en grasa, pero esto las hace peligrosas para el consumo canino.

La ingesta ya sea poca o exagerada puede provocarle al perro malestar estomacal como diarrea y vómito, también por su alto contenido en sal hará que beba más agua de lo normal y se hinche.

Además, si no se tratan los síntomas y se persiste con el consumo, el perro puede desarrollar pancreatitis (inflamación en el páncreas) y a su vez, que este produzca enzimas que afecten y dañen los intestinos.

20.  Carne y pescado crudos

Si bien algunos veterinarios dan su visto bueno para que el canino se alimente de carnes crudas, otros definitivamente no ven como positivo la ingesta de estas.

Tanto las carnes rojas como los pescados tienen unos patógenos presentes mientras estén crudas, estos son la Salmonella, el E coli y el Campylobacter. Además, hay otros patógenos como el Toxoplasma gondii, el Echinococcus, el Clostridium, el Sarcocystis y el Neospora que pueden contaminar las carnes crudas.

Por otro lado, el pescado crudo también puede contener parásitos como los trematodos, las lombrices intestinales y tenias. No solo patógenos, sino que la propia composición de algunos pescados como la sardina, el jurel o la caballa tienen acumulado metal pesado como el mercurio o plomo.

En ambos casos, es mejor prevenir darles estas carnes crudas. Los problemas que pueden aparecer después de la ingesta son asociados a malestar estomacal, como diarrea y vómito, fiebre, intoxicación o infección dependiendo del patógeno o metal que haya consumido.

Sin embargo, en la dieta BARF que se compone de alimentos crudos se encuentra la carne, para estos casos claramente hay un control con el veterinario para que revise la alimentación del canino.

Además, si va a consumir carne cruda, se recomienda que la carne se compre en un lugar totalmente higiénico con el mínimo de riesgo de que estas tengan algún patógeno, de lo contrario es mejor evitar que el perro la consuma cruda.

21.  Huevo crudo

El huevo es una excelente fuente de vitaminas y minerales tanto para los humanos como los perros, siempre y cuando esté cocinado. Por otro lado, el huevo crudo sí que puede ser perjudicial para la salud del canino.

El huevo crudo también contiene Salmonela, por lo que comer un huevo con este patógeno puede provocar la infección por salmonelosis. Entre los signos que produce esta infección son la fiebre, letargo, diarrea y vómito.

Las claras de los huevos crudas contienen una enzima llamada avidina, que impide a la absorción de biotina al cuerpo, por lo que un consumo frecuente de este puede provocar una deficiencia de biotina en el canino. La biotina es importante porque ayuda a mantener sana la piel, el metabolismo, las células del cuerpo y la digestión.

Los veterinarios recomiendan que si el perro va a consumir ocasionalmente huevo, es recomendable que este esté cocinado. Esto debido a que también el huevo crudo es parte de la dieta BARF, por lo que si no se tiene certeza si el lugar de donde vino el huevo es sano e higiénico, es mejor abstenerse de dárselo crudo.

22.  Huesos

La cultura popular a través de distintas caricaturas nos ha hecho creer que es bueno darles a los perros huesos, pero esto no podía estar más alejado de la realidad. La ingesta de huesos es peligrosa y pueden ocasionar lesiones graves no solo estando crudos, sino también cocinados de algún modo los hace más dañinos.

Los huesos son duros y quebradizos, así que un perro se puede quebrar algún diente y esto sería muy doloroso para él. Además, como los bordes de los huesos están quebrados, algunos de estos pueden estar afilados y pueden ocasionar perforaciones en el paladar blando, la lengua o la mejilla.

Si bien hay varios tipos de huesos, se debe escoger con cuidado cuales puede consumir el perro si su alimentación se basa en la dieta BARF, ya que en esta dieta los consumen crudos y su tamaño es mínimo. Claramente sigue existiendo el riesgo de contraer algún patógeno si los huesos provienen de un lugar con poca higiene y que no sea seguro.

También, los huesos pueden causar ahogamiento, dado que un trozo puede entrar en la tráquea e interferir con la respiración. Otro problema es que estos pedazos se pueden alojar en el esófago, haciendo que entren en los tejidos blandos ubicados en la parte posterior de la garganta y perforen el esófago.

Una vez los huesos completen el camino hacia el estómago, allí también pueden ocasionar daños. Estos pueden perforar tanto las paredes del estómago como la de los intestinos, produciendo que el contenido que haya en cada órgano se filtre al abdomen.

A parte de las perforaciones ocasionadas, el que se hayan filtrado estas sustancias al abdomen puede generar peritonitis, una infección muy peligrosa que si no se trata pronto puede producir la muerte.

A parte de bloquear un área, el tamaño de algunos huesos puede impedir que no pasen en el siguiente paso de digestión. Debido a que son grandes, se pueden quedar atrapados en el estómago provocando irritación y vómito crónico.

Igual que la carne, los huesos también pueden estar contaminados de distintos patógenos como los mencionados anteriormente, la Salmonella, el E coli y la Listeria, los cuales pueden ocasionar un infección en el cuerpo del canino.

Lácteos

23.  Leche, queso, helado, entre otros

Un pequeño bocado de algún lácteo no producirá nada grave, solo gases y en algunos diarrea. Esto se debe a que los caninos se vuelven intolerantes a la lactosa una vez que hagan el destete de la leche materna.

Además, los perros no tienen “cantidades significativas de lactasa” a medida que envejecen, por lo que cada vez producen menos en su cuerpo. Esto se vuelve complejo, ya que la leche y otros productos lácteos no se pueden descomponer, así que ocasionan trastornos digestivos como calambres intestinales y diarrea.

La lactasa es la enzima que ayuda a descomponer la lactosa en los productos lácteos. Lo que sucede es que al no descomponerse, el azúcar lactosa es el componente que se queda en el sistema y hace que las bacterias en los intestinos del canino se fermenten y esto provoque malestares.

Alimentos procesados

Bebidas

24. Alcohol

La intoxicación por el alcohol se da debido a que contiene sustancias como el etanol, isopropanol y metanol (dependiendo del tipo de alcohol) que el perro absorberá.

Esta es más perjudicial en cantidades elevadas; sin embargo, es mejor evitar a toda costa que el canino consuma algún tipo de alcohol.

Los signos de intoxicación se hacen presentes entre 30 a 60 minutos, los cuales son el vómito, borrachera, salivación excesiva, diarrea, deshidratación, desorientación, depresión, convulsiones, dificultad para respirar, ataxia (pérdida del control corporal), frecuencia cardíaca lenta y pérdida de la consciencia.

Con la presencia de estos signos, la muerte del canino se puede producir por distintos motivos si no se tratan a tiempo, como la dificultad respiratoria, niveles de azúcar bajos, temperatura corporal baja y acidosis metabólica (demasiado ácido en el cuerpo).

Condimentos y especias

25.  Sal

La intoxicación por sal se debe a su consumo en grandes cantidades en poco tiempo. La toxicidad del sodio es causada por el cloruro de sodio, ya que este ayuda a mantener los niveles adecuados de agua en el cuerpo, así que es exceso es muy peligrosa para el canino.

Además, la intoxicación también se puede dar por falta de agua dulce (un tiempo muy prolongado), ya que no hay manera de que el canino pueda deshacer la sal de su cuerpo.

Se presentan distintos signos a nivel gastrointestinal, cardiovascular y neurológico que son lo más graves. Los signos “leves” que muestran son vómito, diarrea acuosa, dolor en el estómago, náuseas, dolor de cabeza, sed y micción extremas, falta de energía, debilidad, hinchazón de la lengua y pérdida del apetito.

Si no se trata a tiempo, los síntomas pueden empeorar como tener convulsiones, confusión, acumulación de líquidos, aumento de la frecuencia cardíaca, dificultad respiratoria, espasmos musculares, fiebre alta, con una probabilidad de llegar al coma y la muerte.

26.  Canela

Si bien la canela no es para nada tóxica para los perros, sí hay que mantenerla lejos de ellos por lo menos en grandes cantidades, dado que puede ocasionar algunas incomodidades.

Si hay ingesta de canela o productos derivados de esta como la canela molida o aceites de canela, pueden producir irritación en la piel, digestiva ocasionando vómito y diarrea, irritación en la boca, si es inhalada provocará tos, ahogo y dificultad para respirar.

En una sobredosis de canela puede producir un cambio frecuencia cardíaca, desarrollo de una enfermedad hepática y niveles bajos de azúcar en la sangre.

27. Nuez moscada

La nuez moscada es una especia muy usada por la fragancia que le aporta a recetas como galletas, pasteles, entre otras. Sin embargo, resulta ser tóxica para los perros dado que tiene un compuesto llamado miristicina que es muy peligroso.

Si es un consumo mínimo puede ocasionar vómito y diarrea, pero si es una ingesta mayor en poco tiempo, podría causar desorientación, aumento de la presión arterial, alucinaciones, dolor abdominal, sequedad en la boca, aumento de la frecuencia cardíaca y convulsiones. Estos signos pueden durar hasta 48 horas.

28.  Azúcar

El azúcar es necesario para una dieta balanceada en el canino, pero debe consumir la cantidad justa y no excederse con la ingesta, porque eso sí puede ser perjudicial para su salud.

En un corto periodo de tiempo le puede provocar dolor de estómago, vómito y diarrea. Además, el exceso ocasiona caries debido a que las bacterias en la boca del canino usan el azúcar para producir ácido. Cuando los ácidos aumentan, hacen que la dentadura pierda minerales en el esmalte y así se desarrollen los problemas dentales como la caries.

Otro signo peligroso es el sobrepeso, porque este da pie a otros inconvenientes como problemas en las articulaciones, desarrollo de alguna enfermedad cardíaca, letargo y dificultad para respirar.

Habrá cambios metabólicos cuando la ingesta es indiscriminada debido a que la insulina, que es la encargada de usar y almacenar el azúcar el cuerpo, trabaja de más. Esta sustancia afecta a otras funciones en el cuerpo, como el almacenamiento de grasa, cambio en la masa muscular y los niveles de energía. Cuando se altera la insulina, provoca debilidad, menos actividad, obesidad y hace más susceptible al perro a adquirir otras enfermedades e infecciones relacionadas con las hormonas.

Si esto no se trata y los niveles de insulina siguen subiendo, el perro va a desarrollar diabetes tipo II, lo que significa niveles elevados de azúcar en la sangre porque el páncreas no puede producir suficiente insulina para contrarrestar el azúcar.

29.  Mostaza

La mostaza resulta ser peligrosa para el canino ya que está hecha de semillas de mostaza y estas son tóxicas especialmente si se consume en grandes cantidades en poco tiempo.

No solo la mostaza hecha naturalmente, sino también la que es procesada y vendida en supermercados, es muy probable que tenga semillas en su composición.

Los signos que se pueden presentar por el consumo son dolor abdominal, vómito, diarrea, inflamación en el trato intestinal y el estómago ocasionando una gastroenteritis.

Otras sustancias

30.  Chocolate

El chocolate es tóxico no solo porque tiene cafeína, sino porque también tiene mayoritariamente una sustancia química llamada teobromina. Los caninos no pueden procesar bien la teobromina como nosotros los humanos, esto hace que sean más susceptibles a los efectos que produce.

Entre más oscuro y amargo sea el chocolate, más tóxico será, algunos tipos del más peligroso al menos peligroso son el cacao en polvo, el chocolate de panadería sin azúcar, chocolate semidulce, chocolate negro y chocolate con leche. El chocolate blanco no se considera una amenaza, ya que sus niveles de teobromina son muy bajos.

Además, tanto el chocolate con leche como el blanco en su composición tienen leche, así que pueden provocar malestar estomacal, estos no son riesgosos por la intoxicación por teobromina, pero si por la intolerancia a la lactosa.

Los síntomas pueden variar dependiendo de la cantidad consumida y del tamaño del perro, por lo que es probable que una pequeña cantidad afecte más a una raza pequeña que una grande, de igual modo sigue siendo tóxico para todos los perros.

Los signos “leves” que muestran son aumento de sed, diarrea, vómito, jadeo, frecuencia cardíaca acelerada y micción excesiva. Por otro lado, si hubo una ingesta exagerada en poco tiempo y no se trata rápido, los síntomas pueden ser graves como convulsiones, temblores musculares e insuficiencia cardíaca llegando a un colapso y, tal vez, a la muerte.

Estos síntomas aparecen aproximadamente entre 6 a 12 horas y la duración de estos puede ser de hasta 72 horas. Esto ocurre porque la teobromina tiene una vida media y permanece más tiempo en el torrente sanguíneo.

31.  Cafeína

La cafeína resulta tóxica para los perros debido a sus efectos estimulantes; además, el nivel de intoxicación dependerá de la cantidad consumida, el tamaño y salud del canino.

Después de la ingesta, se pueden presentar signos como el aumento de la frecuencia cardíaca, hiperactividad, inquietud y nerviosismo, aullar excesivamente, aumento de la presión arterial. El perro puede tener convulsiones y perder el control de los músculos.

Además, la cafeína afecta el tracto gastrointestinal ocasionando vómito (que en parte es bueno para que elimine la sustancia), diarrea y orinar más frecuente. Los síntomas aparecen aproximadamente 30 minutos después de la ingesta y esta intoxicación puede durar 12 horas o más tiempo.

Los productos con cafeína que la mayoría de los hogares tiene son el café (o granos de café), hojas de té, gaseosas o refrescos (que específicamente tienen en su composición nuez de cola, que es la utilizada para darle sabor a estas), bebidas energéticas y deportivas.

32.  Xilitol

El Xilitol es un edulcorante, el cual le da el sabor dulce a algunos alimentos y reemplaza al azúcar para esto. Algunos productos que tienen el xilitol es su composición son las gomitas, los postres sin azúcar, dulces, chicles, mentas, mantequilla de maní o nueces, mermelada y jaleas, todos estos sin azúcar.

La intoxicación por Xilitol se da porque al consumir esta sustancia, se absorbe rápido en el torrente sanguíneo y provoca una exagerada liberación de insulina en el páncreas, lo que es peligroso porque automáticamente causa un desplome en los niveles de azúcar en la sangre. Así provoca hipoglucemia, que si no se trata el canino puede correr peligro en un tiempo de 10 a 60 minutos que es el estimado para la aparición de estos signos.

Otros síntomas que se presentan son la disminución en la actividad, descoordinación, desmayos, convulsiones, tambaleo, vómito, dificultad para caminar o estar de pie, problemas de sangrado, insuficiencia hepática, que puede provocar un coma y luego la muerte.

33.  Nicotina

Si bien no es un alimento para darles a los perros, sí es de consumo humano y por accidente el canino puede llegar a ingerirla. Es peligrosa tanto en pequeñas como en grandes cantidades. La nicotina es altamente tóxica, pues es fácilmente absorbida por la piel, los pulmones y el sistema gastrointestinal.

La absorción de la nicotina se puede retrasar por lo ácidos de estómago, pero eventualmente llegará al hígado y los intestinos y será absorbida, esto también es problemático porque hará difícil la eliminación cuando llegue al torrente sanguíneo.

Dependiendo de la cantidad consumida y el tamaño del canino, se pueden presentar signos leves o graves en un tiempo aproximado de 15 minutos.

Algunos síntomas “leves” que se producen son la diarrea, vómito, babeo, debilidad, temblores, pupilas dilatadas, emoción extrema, descoordinación y espasmos.

Mientras que si hubo una ingesta de grandes cantidades en poco tiempo, pueden aparecer signos más graves como la taquicardia, alucinaciones, convulsiones, hipertensión, hipotensión, hipertermia, parálisis, respiración rápida y pulso irregular y débil.

Algunos productos que tienen nicotina son los cigarrillos, los puros, cigarrillos electrónicos, chicle y pastillas de nicotina, tabaco y tabaco en pipa, parches, pipas.

34.  Grasa

Todos los alimentos que sean fritos y cocinados con grasa pueden ser tóxicos para los perros, en especial si los consumen en una cantidad grande y en poco tiempo.

La ingesta de grasas ocasiona una inflamación en el páncreas, una vez esté inflamado va a producir enzimas que van a afectar los intestinos del canino desarrollando una pancreatitis. Los síntomas presentados son vómito, diarrea y a largo plazo, puede causar obesidad.

35.  Masa de levadura

La levadura que lleva el pan y otros alimentos para que crezcan resulta ser tóxica y peligrosa si no se termina de hornear bien y el canino la consume cruda. Cuando hay ingesta de esta, la masa de levadura llega al tracto gastrointestinal y allí el entorno ayuda a que los organismos de la levadura proliferen.

Esta masa también se comienza a expandir en el estómago, lo que hará que presione los órganos cercanos y cause dificultad respiratoria. Además, mientras siga intoxicado con la masa, esta se irá fermentado más produciendo etanol, lo que hará que el nivel de alcohol en la sangre aumente peligrosamente. Entre los síntomas que pueden aparecer por la ingesta son la desorientación, salivación excesiva, depresión, estómago distendido, vómitos y arcadas improductivas, debilidad, convulsiones, temperatura corporal baja y si llega a una situación más grave, puede poner en coma al perro.

Importancia de una dieta balanceada en perros

Una buena alimentación es importante para el canino porque con ella podrá recibir las vitaminas y minerales necesarios para que todos los procesos metabólicos del cuerpo se realicen correctamente.

Cuando se cambia la dieta del perro por alimentos que no debe ingerir en exceso o evitar, da pie a que empiece a tener problemas de salud asociados a malestares, comenzando desde una simple diarrea y vómito y terminando por desarrollar enfermedades graves como la insuficiencia renal.

Además, es vital que coma lo necesario según su etapa de vida, los cachorros y senior ya no pueden consumir los mismos alimentos y cantidad porque aún no desarrollan bien sus sistemas por parte del cachorro o en el caso de los perros senior, presentan déficit de alguna enzima o sustancia que los ayudaba a procesa ciertos alimentos.

Aspectos para tener en cuenta

Desde el comportamiento del dueño hasta la adoptación de un comportamiento incorrecto por parte del canino son aspectos que se deben tomar en cuenta.

Comportamiento del dueño

Esta es la primera razón por la que algunos caninos se enferman y es por la irresponsabilidad del dueño a darle alimentos que no debe. El problema es que algunos dueños quieren complacer al canino y algunas veces malcriarlo dándole de comer alimentos de consumo humano. No solo el dueño, las personas cercanas a él pueden copiar ese comportamiento.

Si bien, de vez en cuando en una cantidad muy mínima está bien, no debería pasar de eso. Acostumbrar al perro a otras comidas no saludables para él está mal y afecta su salud. Además, este primer paso es el que da pie a las siguientes razones del porqué afectan al canino.

Problemas de salud

Los perros no tienen la capacidad de adaptación y descomposición de alimentos como nosotros los humanos. El que ingieran algo que su organismo no puede procesar debidamente hará que tanto los sistemas como los órganos modifiquen su función drásticamente haciendo que dejen de funcionar o trabajen en exceso.

La razón del porque algunos alimentos son tóxicos es por el hecho de que no poseen un sistema digestivo tan complejo como el de los humano para procesar dichas sustancias. Pero este no es el único problema, aparte de la intoxicación y sus signos comunes como diarrea y vómito, hay otras enfermedades que se pueden desarrollar si el canino tiene una ingesta exagerada de dichos alimentos.

Entre los problemas que se pueden producir están primeramente el aumento de peso, llegando a la obesidad. Esta da pie a problemas de las articulaciones, huesos, ligamentos y el conjunto de estos problemas afectará la movilidad y estilo de vida del animal.

Además, según sea el alimento que haya consumido, se pueden presentar otras enfermedades como las cardíacas, respiratorias, hepáticas, renales incluso en situaciones graves pueden desarrollar enfermedades neurológicas.

Comportamiento de la mascota

Las mascotas aprenden todo lo que les enseñemos y memorizan los estímulos que les demos, como, por ejemplo, mostrarle el collar como señal para salir a pasear. A medida que se empiece a alimentar al perro con estos bocados irán creando el hábito.

Esto hará que se acostumbren a pedir estas comidas durante el día, de manera insistente y en cualquier lugar. Como quieren con tantas ganas estos alimentos comenzarán a comportarse hiperactivos y saltar alrededor de la persona, ladrar excesivamente, algunas veces harán quejidos y no se van a dejar de seguir a la persona para obtener lo que quieren.

La insistencia del canino hará que fortalezca la conducta de mendicidad, que como su nombre lo dice es el mendigar o pedir comida a todo aquel que se le cruce y también que sea insistente en los momentos de alimentación de las personas.

Por otro lado, si no lo complaces puede llegar a buscar la comida donde no debe como la que pueda estar en los platos sobre el comedor, o las alacenas de la cocina y esto lo hará más peligroso porque puede consumir algún producto procesado tóxico para él.

Además de acostumbrarse a ese tipo de comida, el perro siempre esperará esos alimentos que le gustan y dejará de lado el concentrado que debería realmente comer.

El problema consiste en la creación de este hábito, ya que una vez el canino esté acostumbrado, va a ser muy difícil quitarle dicho comportamiento. Lo importante es no iniciarlo para evitar dolores de cabeza después.

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